En Kakebo no comulgamos con la idea de una vida de Lambos, mansiones y despertares a las 5 de la mañana para hincharte a hacer burpees como un desgraciado.

Nuestra filosofía de vida, cimentada en la ancestral técnica Kakebo, se basa en sabiduría y prudencia. Sabiduría para comprender como funciona el dinero y nuestra relación con el mismo, y prudencia y temple para no caer en cantos de sirena que nos lleven a encadenar nuestra vida, propósitos y objetivos en deudas inasumibles que no se trasladan en felicidad para nosotros y los nuestros.

Si tuviéramos que plasmar nuestra vida en una imagen, esta sería la de un desayuno familiar sin prisas, sin agobios producidos por un trasfondo económico.

En nuestra sociedad, desde pequeños nos hemos educado con una relación tóxica sobre el dinero. Ni sabíamos cuanto cobraban nuestros padres, ni que rangos económicos tendrían las salidas laborales de los estudios que nos planteábamos… De hecho, está relación se prolonga en la mayoría de personas. Es increíble como dos trabajadores de la misma empresa son reacios a compartir la cifra que ganan, cuando este silencio juega en contra de ambos, ya que la información es poder.

¡Por dios! Millones de adultos firman hipotecas en condiciones abusivas ya que no son conocedores de 3 simples fórmulas que cambiarían su vida de haberlas entendido. Y no es su culpa, es culpa de esta relación tóxica con el dinero que se ha inculcado a distintas generaciones.

Cuantos quebraderos de cabeza, cuantos finales de mes agónicos, cuantas malas decisiones basadas en la falta de dinero se habrían ahorrado millones de personas simplemente sabiendo cuanto te puedes permitir pagar por un piso y cual es la hipoteca que más se ajusta a tus condiciones.